Ingredientes:
- 670 gr de leche entera
- 330 gr de nata
- 1 hueso de jamón
- 100 gr de jamón ibérico
- 165 gr de cebolla
- 55 gr de mantequilla sin sal
- 45 gr de aceite de oliva virgen extra
- 95 gr de harina simple yo 105 gr.
- Sal
- Nuez Moscada recién molida
- Pimienta blanca (yo uso pimienta negra recién molida)
- 2 huevos
- Pan rallado
Comenzamos pesando todos los ingredientes, si, todos pesados, incluso los líquidos.
Ponemos al fuego un cazo con la leche, la nata y el hueso de jamón, una vez rompa a hervir, bajamos el fuego al mínimo y dejamos infusionando durante 20 minutos. Pasado este tiempo, apagamos el fuego y reservamos.
Picamos primero la cebolla y luego el jamón lo más pequeño que podamos, reservamos por separado.
En una sartén fundimos la mantequilla, desde que esté derretida añadimos el aceite y desde que alcance temperatura, agregamos la cebolla y sofreímos. Cuando esté transparente, añadimos el jamón picado, rehogamos con la cebolla e incorporamos la harina, mezclamos bien con el resto y removemos constantemente durante 10 minutos.
Colamos la leche y la nata y la vamos añadiendo poco a poco a la sartén a la misma vez que removemos sin parar para evitar la formación de grumos. Una vez añadido todo el líquido, continuamos removiendo durante 10 minutos más.
Añadimos la sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Ponemos la masa en una fuente, cubrimos con film transparente y una vez fría la dejamos en la nevera hasta el día siguiente, para que la masa quede firme y sea más fácil de trabajar.
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