Ingredientes:
Dos supremas de salmón.
Una bolsa de espinacas congeladas (en la receta ponía frescas)
Una bandejita de champiñones.
1 cebolla
1 limón, sal y pimienta y aceite y un poco de mantequilla.
Un buen vaso de vino blanco.
Preparación:
Untamos una bandeja de horno con mantequilla y colocamos una de las supremas de salmón con la piel debajo.
Hervimos las espinacas con muy poca agua y sal y, bien escurridas, las colocamos extendidas sobre la suprema.
Limpiamos
los champis y la cebolla y lo trituramos todo unos segundos en la TMX,
añadimos aceite de oliva, sal, pimienta y el zumó de limón para que no
se oxide.
Añadimos tambien, la ralladura de la piel del limón. Revolvemos bien
y lo extendemos encima de las espinacas y colocamos la otra suprema
encima.
Atamos (ya coloqué las cuerdecitas debajo de la primera suprema para luego atar sin dificultad y no mover el relleno).
Untamos la parte de arriba del salmón con un poco de mantequilla, aceite, sal y pimienta y echamos un buen vaso de vino blanco.
Horno medio.
Yo
lo tuve casi dos horas porque eran un salmón enorme, por lo menos
pesaba 4 kg.
Cuando empieza a dorarse la superficie, vamos remojando con
el líquido que va quedando en la fuente.
Quedó muy jugoso y nos encantó.
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